(Photo by Frazer Harrison/Getty Images for Spotify)
La estrella de reggaetón, Ozuna, encabezó la sexta y última noche del festival anual de música Viña del Mar el viernes por la noche (28 de febrero), cantando casi dos horas para una multitud de 15,000 personas.
El festival, que celebraba su 61º año consecutivo, se celebró a pesar de las protestas, resultado de la “explosión social” que ha dominado las conversaciones en Chile desde que comenzaron las marchas antigubernamentales el 18 de octubre pasado pidiendo un cambio constitucional fundamental.
Ozuna ofreció un espectáculo con grandes éxitos y alta calidad musical. Actuando con una banda completa, la estrella puertorriqueña demostró, una vez más, que no es simplemente un acto urbano, sino un cantante sobresaliente con una voz versátil y matizada a la altura de las principales estrellas del pop. Ozuna también ha mejorado su espectáculo, agregando un grupo de bailarines que fueron decididamente superiores a la mayoría de los actos urbanos y que utilizó con moderación, otro punto de bonificación para él. En cambio, continúa impresionándonos con el canto, la musicalidad y la forma en que domina completamente el escenario.
“Gracias a Dios, gracias a Chile”, dijo en un momento. “No sé nada de política. Pero sí sé que tienes que escuchar a la gente. Chile, estoy contigo. Todo se puede hacer con paz. Te amo”.
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